Un recorrido por la historia de Bédar
Bédar es un pueblo que respira historia. Fundado en tiempos remotos, su legado se ha forjado a través de diversas culturas que lo han dejado marcado para siempre.
En sus primeros siglos, Bédar fue un importante asentamiento romano, que aprovechó sus ricos recursos naturales, especialmente en minería. Sin embargo, fue durante la época musulmana cuando el pueblo vivió una gran transformación, con la creación de un innovador sistema hidráulico a través de balsas y acequias que les permitían guardar el agua y transportarla a todas las pedanías del territorio. Este, aún hoy sigue en funcionamiento, y es uno de los mayores atractivos del pueblo.
El siglo XIX trajo consigo una nueva era para Bédar: la minería alcanzó su auge. Las minas de hierro fueron el motor económico del pueblo, transformando el paisaje y dando trabajo a cientos de personas. Las chimeneas de las fundiciones y las antiguas instalaciones mineras son testigos mudos de un pasado lleno de esfuerzo y trabajo.
Hoy en día, Bédar conserva esos vestigios de su historia, con calles empedradas, casitas blancas y un entorno natural que parece haber detenido el tiempo. Cada rincón del pueblo cuenta una historia, desde los canales de agua que recorren sus montes hasta las antiguas casas que se alzan sobre el terreno.
Un paseo por Bédar es como viajar al pasado y descubrir cómo la historia y la naturaleza se han entrelazado a lo largo de los siglos.
